jueves, 15 de marzo de 2012

色々

Muchas cosas he saboreado desde que hice una pequeña escala aquí en Valencia. En poco tiempo, hemos acabado mis padres y yo con dos patas de jamón jeje y mucho pan, como buen panero que fuí siempre. Curiosamente no he echado de menos ni las tapas, ni las naranjas, ni la paella. Será porque a lo mejor de vez en cuando las hago en Japón? no se...

También he arrasado con mi colección de discos (siempre me gustó coleccionar)pero al final siempre he vuelto a los discos que compro en Japón, mis nuevos clásicos que digo yo, y que tanto me han dado.

Y muchas cosas que hacer, como siempre. Mucho papeleo, muchos lugares a los que ir para informarse de como estan las cosas y mucha gente a la que volver a ver (aunque esta vez mucha menos de la que me hubiera gustado ya que en medio de mi estancia he caído enfermo).

A todo esto, ciertamente y a mi pesar un saber dulce, pero con un regusto amargo ya que esta vez he venido solo. A ver si a la próxima Rie puede venir conmigo porque se le echa mucho de menos como es natural.

Lo mejor, ver a mis padres en persona y pasar con ellos estos dias tan tranquilos.
Aunque se nota bastante la diferencia de vivir solo que con ellos ya que no siempre es práctico, pero por unas semanas tampoco pasa nada no?

Y muchos planes de futuro, muchas ilusiones, y mucho que hacer en todas partes.
Como punto negativo esta vez de mi estancia en Valencia diré que los organismos gubernamentales son muy muy lentos en cualquier trámite y además no siempre son todo lo correctos que deberían ser con el cliente. Lo siento, pero en esto como en otras cosas me gusta mucho más Japón. Allí el trato hacia el cliente está muy cuidado y siempre cuidan hasta el más mínimo detalle.

Como siempre seguiré esforzandome en todo, pero de momento, vuelvo a Japón.
Con los míos, que ya son tan míos como los de España, con mis comidas, que ya son tan mías como las españolas, y con mis cosas, que al fin y al cabo son las que me hacen sonreir.

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